No debo endiosar el capricho,
Ni darle jamás tu forma.
Pequeño instante, aquel, tan quieto
Que yace tendido tras tu sombra.
El espejo sin cortes y limpio de mí...
Una figura triste lleva a su concepción.
Se engaña triste, aquel solo rubí,
Que calidad muestra ya en una distorsión.
¿Tendría, gracias al miedo,
Una respuesta definitiva?
Con ese tiempo yo me quedo.
Nada será como ese día.
Si ello correcto hubiese sido,
¿Habría de intentarlo aún?
Sé que mucho lo he escondido.
Dime si eres, si eres tú.
-
Adorna mi cabeza,
con una guirnalda de brillantes.
Para verte reflejada en cada
una de las piedras.
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Adorna mi cabeza,
con una guirnalda de brillantes.
Para verte reflejada en cada
una de las piedras.
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