Muero por la palabra.
Anhelo tanto la fantasía.
Unirme así y ser de tu alma,
Es la verdad de mi cobardía.
No pensé sentir nuevamente,
Evito tanto la posibilidad.
Mis sueños ven que vas a herirme.
Suspira por tí la realidad.
Dadme vino, dadme oro,
Y una jaula de diamantes.
Perfuma el aire, llena todo,
Es la codicia de un amante.
Cuidad mis labios.
Cuidad mi vida.
Y los sentimientos
que allí la habitan.
***
¡Es así! ¡No habrá mentiras!
¡Por favor! ¡Id esperándome!
Mas luego los brazos retiras.
Estaban allí, calentándome...
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