Tras grandes segundos
Horas caen candentes
El respiro profundo suplica
Es engañado por el brío de su mente
Jamás debe negarse la dicha
Que se mueve con el viento o la brisa
Aunque los intentos de ésta
Fueran fracasos con sonrisas
Dar el segundo a la oportunidad
Es la esperanza del ahora
Un sueño que vivo en angustia
Y que hermético, me devora
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