martes, 10 de julio de 2012

Madre y reflejos


A veces, 
Mi vida se consume
Tan imposible.

Cada verdad se oculta,
Se esconde quieta,
Y desgracia su mirada.

Su bello ejemplo tropezó.
Lágrimas que no cayeron,
Me llenaron con sus espinas.

Cada pieza arde,
Las recojo tranquilo.
Amo quemarme.

No sé cómo reconstruir...
El Amor que me dio,
Que me das.

Mis metáforas ya no
Serán más un escudo.
No me protegerán de tí.

Ahogado mi cuerpo,
Mi alma seca y carente,
Se va y se derrumba.

Si decir que cada 
Sonrisa se borra
Cae su gracia...

Me haría culpable
Por dar vuelta 
A la moneda.

Y saber que,
Allí soy tan diferente.
Me haces así.

El tiempo ya no 
Es un factor válido.
Se perdió entre tus excusas.

Se pudre y sangra
La simpatía, el
Calor al que limito. 

Traición, y confusión.
¿Para qué aceptar
lo que no cambiará?

Víctima de dolor,
Descanso, duermo.
Agoto tu recurso.

Ya no me quedan
Más opciones.
Siempre he estado ahí.

Tal vez uno prefiera
En las estrellas dormitar.
Desasosiego calmo.

Estar solo y ver.
Lo que tus actos
Alejaron de mí.

No dejaré de brindar
El amor que fuera recibo.
Y agradecer.

No dejaré de ser
Tu bello y puro ejemplo.
Sálvate.

-

Dibujaré más. Viviré más.
Contradiré tu  singular desidia, y me alejaré de
tu concepto de negligencia.